Emilio Calatayud: «En España no hay término medio, y así nos va

con los chavales»

El magistrado de menores de Granada denuncia la «pérdida de autoridad; los padres no pueden ser unos colegas»

22.09.2013 | 05:12

Luján PALACIOS Emilio Calatayud, juez de menores de Granada, se ha convertido en uno de los magistrados más mediáticos del país gracias a sus contundentes sentencias -«quien la hace la paga», afirma con rotundidad- y como consecuencia de su verbo fácil, plagado de socarronería del Sur y con las ideas muy claras. Ayer dio muestra de todo ello en una animada y muy concurrida conferencia en la Feria de Muestras.
Invitado por el bufete Prieto Telenti Abogados y con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA, el juez Calatayud habló durante hora y media sobre «educar es saber decir no a tiempo», sobre «lo que yo pienso, porque yo hablo en mi nombre», ante un auditorio de más de seiscientas personas. Un completo repaso por la Constitución, la ley de Protección Jurídica del Menor y la ley de Responsabilidad Penal del Menor, con una idea básica que se repitió a lo largo de toda la intervención: «En este país no tenemos término medio; hemos pasado de un extremo de autoritarismo a otro de colegueo con los hijos, y así nos va», sentenció el magistrado.
Porque, entre otras cosas, los jueces de menores están notando cómo «el delito de violencia de los hijos contra los padres está subiendo alarmantemente en los últimos tiempos». Tanto que «el 25 por ciento de los casos que estamos juzgando ya son por esta causa», advirtió el juez antes de señalar cómo «las niñas cada vez se equiparan más a los niños». Emilio Calatayud señaló que ha llegado a ver casos de «padres con las piernas rotas en familias de clase media y media alta, y es algo que va a más».
¿Por qué? «Porque el principio de autoridad se ha perdido; los padres han pasado a ser colegas de sus hijos, y eso no puede ser», subrayó. Los problemas familiares van tan en aumento que «cada vez se dan más casos de padres que devuelven a sus hijos adoptados internacionalmente por estos mismos conflictos de violencia». Emilio Calatayud apostó por «utilizar el diálogo, que se agoten las vías amigables, pero, si no, mi consejo a los padres es que denuncien», afirmó.
Para el juez, la base de los fallos reside en «la familia, que es la célula fundamental de la sociedad». De tal manera que «son los padres los que tienen que saber decir «no» a sus hijos». Algo que se traslada también a la escuela, donde «cada vez más profesores están reclamando autoridad; pero si los padres fallan no hay nada que hacer».
En este sentido, Calatayud criticó el «complejo de joven democracia que se vive en España», porque «parece que hablar de autoridad a los más jóvenes remite a tiempos pasados». Y la situación que están detectando los profesionales en cuanto a la delictividad en menores «viene generada porque hemos dado todos los derechos a los chavales, pero nadie los ha informado de sus obligaciones».
Por eso reclamó «que todos nos pongamos de acuerdo, padres, profesores y sociedad en general», para llevar adelante «un pacto por el menor», que incluya, entre otras cosas, «la capacidad de los padres para corregir razonable y moderadamente a sus hijos», porque «un cachete no es maltrato».
http://youtu.be/7eDyT-EUvxM